martes, 27 de julio de 2010

MARCO TEORICO - MACRO

MACRO

La Psicología es la ciencia que estudia las funciones psicológicas, como la atención, la percepción, la memoria, el pensamiento, la inteligencia, el lenguaje, y el aprendizaje.
También se ocupa de la afectividad, como las emociones y la sexualidad; de las etapas evolutivas del desarrollo humano, de la conducta, la personalidad, la vocación, el trabajo y los fenómenos sociales.

Existen distintas ramas de la Psicología, cada una de las cuales incluyen un área específica como la Psicología Clínica, la Forense, la Educacional, la Social, la Comunitaria y la Laboral.
La Psicología Clínica es la rama de la Psicología que se ocupa de los trastornos emocionales y de conducta.

Un Psicólogo puede realizar Psicodiagnósticos, administrando una batería de test que miden funciones psicológicas, como la inteligencia, la percepción, la memoria y el aprendizaje y efectuar diagnósticos presuntivos para realizar las derivaciones necesarias o planificar el tratamiento.
Desde el punto de vista psicológico el Psicólogo posee mayores conocimientos de Psicología que un Psiquiatra, cuya formación específica es organicista y farmacológica.
Para tratar enfermedades mentales agudas un Psicólogo debe trabajar conjuntamente con un Psiquiatra de manera de proporcionar una atención combinada.

TEORÍAS MENTALISTAS

En primer término se han agrupado algunas corrientes sobre las cuales no abundaré por considerarlas poco relevantes para el objetivo del texto, y únicamente las cito como un antecedente.

La psicología filosófica buscaba el adiestramiento del poder mental y para ello postulaba que la sustancia mental debería desarrollarse mediante esforzados y continuos ejercicios. También conocida como clasicismo, enfrentó el estudio de objetos de la psicología con métodos y fines propios de la filosofía. Entre sus más connotados exponentes se encuentran Platón y Aristóteles.
De manera semejante, la llamada psicología de las facultades afirmaba que los fenómenos mentales se registran como consecuencia de la actividad de ciertas facultades de la sustancia pensante. Así, establecía que el fortalecimiento de los "músculos de la mente" se desarrollaba y corregía mediante apropiados ejercicios de dichas facultades. Entre los personajes que sostuvieron tal idea se encuentran San Agustín, Juan Calvino, Reid y Gall.

El naturalismo, por su parte, afirma que el hombre y de la sociedad se desarrollan de acuerdo a las leyes de la naturaleza. Desde este punto de vista, las particularidades biológicas de los individuos, el clima, el medio ambiente en general, etc., son determinantes en el desarrollo humano, y en general de todas las cosas.

En el aspecto educativo, esta corriente ha generado una gran polémica, pues ésta pondera los valores de una educación natural, contra la opinión de muchos, en el sentido de que no existe educación que sea natural, pues se dice que todo tipo de educación siempre será social. No obstante, a partir de Rousseau y Fröebel, han aparecido diversos sustentantes de lo que podrían llamarse variantes del naturalismo. Me refiero a los casos de exponentes como Tolstoi, Reimer, Illich, Holt y Neill, entre muchos otros.

La corriente psicológica denominada estructuralismo fue sustentada principalmente por Wundt y Titchener. Utiliza y garantiza la introspección como método de estudio de los procesos mentales, fundamentándose en leyes físicas. Por lo anterior, no son pocos los que estiman que Wundt fue un introspeccionista psicofísico puro.

TEORÍAS DEL CONDICIONAMIENTO ESTÍMULO-RESPUESTA

Pasaré enseguida a tratar con mayor detalle, dada su trascendencia en lo educativo, el grupo de teorías llamadas de condicionamiento estímulo-respuesta. Esta apreciación psicológica apareció como resultado del desacuerdo con el estructuralismo de Wundt, ya que los asociacionistas consideraban a la introspección como un procedimiento muy poco confiable.

Y si en sus orígenes esta corriente se interesó por la asociación de las ideas en la mente, pronto perfiló su interés hacia la conducta de los cuerpos. Es decir, apreciaron que la psicología sólo se convertiría en una verdadera ciencia, si centraba sus estudios en las manifestaciones corporales y evidencias que pudieran ser observadas y verificadas en público. En conclusión: su ideal era que la psicología fuera tan científica como lo es la física y la alternativa que contrapusieron a la introspección, fue la de emplear metodologías que tomaran en cuenta, exclusivamente, formas de comportamiento observable.

El conexionismo

También se conoce con el nombre de enlace E-R y su autor fue el norteamericano Edward Lee Thorndike (1874-1949), quien supuso, en su teoría, la existencia de dos tipos de unidades: mentales y físicas.

Las unidades mentales son algo que se siente o se percibe, mientras que las unidades físicas pueden ser estímulos o respuestas. Definió, a partir de esa idea, que el aprendizaje es un proceso en el que se pueden conectar:

– una unidad mental y una unidad física,
– dos unidades mentales o
– dos unidades físicas.

Por lo anterior, afirmó que toda conducta, simple o compleja, es una conexión entre una situación y una respuesta y que, mediante determinados condicionamientos, se conectan respuestas específicas a estímulos específicos. Estas conexiones son el resultado de cambios biológicos operados en el sistema nervioso. Conviene aclarar que, para Thorndike, estas conexiones no significan la formación de respuestas nuevas, sino la respuesta elegida, producto de la asociación a una situación. Dichas conexiones son susceptibles de formarse o destruirse de acuerdo a ciertas leyes que Thorndike formuló y clasificó como primarias y secundarias. Las primarias son tres:
Ley de la disposición, llamando a las neuronas "unidades de conducción", Thorndike afirmó que para una unidad de conducción dispuesta a conducir, hacerlo satisface, y no conducir es inadecuado.

Ley del ejercicio o la repetición. El ejercicio resulta fortalecedor del vínculo entre una situación y una respuesta.

Ley del efecto. Una respuesta se establece y fortalece si va seguida de placer, si por el contrario le sigue le desagrado, la respuesta se debilita y desaparece.

Las secundarias son cinco: ley de las respuestas múltiples, ley de la actitud, ley de la prepotencia de elementos, ley de la respuesta por analogía y ley del cambio asociativo.

Con relación a la tercera de las leyes primarias, la ley del efecto, al autor descubrió más tarde que los efectos de recompensa y castigo, como efectos positivo y negativo, no caminan al parejo, pues la fuerza de conexión que tiene la positiva de recompensa es muy superior a la que se presenta con la negativa de castigo. Ante tal circunstancia tuvo que eliminar esta segunda parte de la ley al convencerse de que el castigo no siempre elimina la conducta.

El conductismo

Puede decirse que con la publicación, en 1913, de la obra La psicología vista por el conductista, del norteamericano John Broadus Watson (1878-1958), nació esta escuela psicológica, basada en los trabajos de Iván Petróvich Pavlov (1849-1936), para quien el aprendizaje es un proceso en el que se construyen reflejos condicionados, sustituyendo un estímulo por otro.

Aunque Watson radicalizó su convencimiento de que la psicología debía basarse exclusivamente en conceptos físicos y químicos, aún más que Thorndike, nunca estuvo de acuerdo con éste en lo correspondiente a la existencia de unidades mentales, satisfacción (placer) y disgusto (dolor), pues consideró que estos conceptos mentales resultaban inaceptables para una auténtica psicología científica. De ahí que Watson centrara su atención en aspectos de la vida animal susceptibles de ser observados y medidos.

Sin embargo, a pesar del rechazo a los conceptos anteriores, abrazó con verdadera convicción una de las leyes secundarias, la del cambio asociativo, la cual postula que es posible obtener del alumno cualquier respuesta de la que éste sea capaz, si se le asocia con una situación a la que el discípulo sea sensible.

Este enunciado se convirtió en la tesis central del conductismo, ratificando que los propósitos y los pensamientos de un animal nada tienen que ver con el aprendizaje real, ya que para la psicología conductista propósitos y pensamientos son conceptos que se ubican fuera de su estudio.

Lo anterior se hace evidente si uno se remite a la aseveración del conductismo en el sentido de que un organismo viviente es un mecanismo, pues la máquina humana únicamente se concibe como un sistema integrado por órganos sensoriales (receptores), neuronas (conductores), cerebro (conmutador central), músculos (elementos operativos), huesos (palancas) y el estómago, hígado, riñones, corazón, etc., (piezas de abastecimiento y control).

Vistas las cosas así, de una manera tan mecánica, los aspectos mentales parecen totalmente fuera de contexto.

El conductismo también se conoce con el nombre de behaviorismo (del inglés behaviour, o behavior en los Estados Unidos, conducta, comportamiento) y, como ya se ha mencionado, basándose en Pavlov, concibe al aprendizaje absolutamente en términos de adquisición de reflejos.

Con base en lo anterior, no creo que resulte exagerado afirmar que el conductismo es una corriente extinta, por lo menos concebido así.

El neoconductismo y el condicionamiento operante

Nos remontaremos ahora a las décadas de 1930, 1940 y hasta 1950. El conductismo es representado por personajes como los norteamericanos Edwin Ray Guthrie (1886-1959), Clark Leonard Hull (1884-1952), Edward Chase Tolman (1886-1959) y Burrhus Frederic Skinner (1904-1990), entre otros, a quienes se les ha atribuido la estructuración de una nueva corriente denominada neoconductismo. Aunque evidenciaron diferencias en sus trabajos, existe un elemento unificador en sus obras: su objeto de investigación lo constituye, principalmente, el aprendizaje.

Otra diferencia entre estos autores y los conductistas puros, radica en el hecho de que éstos eran atomistas, pues su atención se remitía fundamentalmente a los elementos de cada situación, esforzándose por identificar estímulos específicos y respuestas aislables; mientras que los neoconductistas hablan de situaciones de estímulo, lo que implica una complejidad estimulativa y una respuesta más amplia o, alternativamente, respuestas coordinadas.

Una conclusión válida es la de establecer que Skinner ha presentado su teoría apreciando a la educación como un proceso cuya base puede ser la eficiencia, pues ante los exitosos resultados del condicionamiento operante en animales, manifestó su confianza de que pueda tener el mismo éxito aplicado en niños y jóvenes.

Didácticamente Skinner supone que, mediante el condicionamiento operante, una respuesta es más probable. Se opone al empleo de términos como iniciativa, fuerza de voluntad, imagen, etc., pues su psicología es un tipo de ciencia que sólo admite la conducta manifiesta. Establece que el objeto de la psicología consiste en predecir y controlar la conducta de los organismos.
En el condicionamiento operante, el docente es un ingeniero de la conducta de los alumnos. Para el efecto, debe organizar los objetivos didácticos de tal manera que, apoyados en una gran cantidad de pequeños pasos debidamente espaciados y cronometrados, y que se refuerzan recíprocamente, incrementen la posibilidad de una respuesta o resultado esperado.

DOS TEORÍAS PSICOANALÍTICAS

Aunque este grupo está constituido por una gran cantidad de teorías, me referiré exclusivamente a dos de ellas: el psicoanálisis y a la teoría psicosocial.

El psicoanálisis

El psicoanálisis, es bien sabido, posee un carácter esencialmente biológico. Pero valorando la importancia de su aportación al enfoque general que considera que los fenómenos psicológicos constituyen procesos más complejos que las simples respuestas ante estímulos específicos, así como por haber propiciado la aparición de nuevas teorías psicológicas, he estimado conveniente su inclusión previa a la exposición de las teorías cognitivistas, toda vez que esta teoría es considerada como una de las más trascendentes de todos los tiempos.

Al margen de la anterior consideración, son muchos los que suponen que el psicoanálisis es exclusivamente un procedimiento psicoterapéutico. En realidad, con el término psicoanálisis se alude a una de las más grandes y trascendentes aportaciones que se hayan hecho a la psicología. Y fue Sigmund Freud (1856 - 1939), psicólogo checo de origen judío, quien ideó esta teoría que vino a revolucionar diversos aspectos del mundo contemporáneo, pues el psicoanálisis ha sido empleado en diversos ámbitos de la cultura humana. También con este concepto se hace referencia a tres áreas distintas, aunque íntimamente relacionadas, del saber:

– Una metodología investigativa propia de la psicología.
– Una teoría psicológica.
– Una técnica psicoterapéutica.

Como método de investigación psicológica, intenta conocer, básicamente a través de la exploración clínica, las características del inconsciente y el funcionamiento de la mente. Con este método, mediante entrevistas, aplicación de tests y anamnesis (recopilación al detalle de aspectos biográficos), entre otros recursos, es posible obtener datos importantes para descubrir aptitudes y deficiencias, así como otros ángulos importantes de la personalidad de un individuo.
Como teoría psicológica es el resultado de la ordenación y sistematización de los procesos y datos obtenidos del propio psicoanálisis, en tanto método.

Ya considerado en su acepción más común, como una técnica psicoterapéutica, y como resulta indicativo, se utiliza de manera que se constituya en un recurso modificador de la personalidad, con el fin de corregir alteraciones de orden psíquico.

Uno de los conceptos primarios de la teoría del psicoanálisis lo constituye la idea de que la conducta humana es resultado de un esfuerzo por eliminar la estimulación producida por un impulso instintivo aparecido en algún lugar del organismo del individuo. Así pues, el psicoanálisis pretende, fundamentalmente, explicar de manera sistematizada los factores que determinan la conducta. Es, pues, una teoría de la personalidad y es también, actualmente, acaso la forma más aceptada para tratar las alteraciones mentales. Los siguientes son algunos de los supuestos básicos del psicoanálisis:

Determinismo psíquico. Nada existe en la vida mental que sea producto de una coincidencia o de un accidente. Cada efecto procede de una causa perfectamente determinada.
Motivación de la conducta. Cualquier conducta es producida, indistintamente, para satisfacer necesidades elementales.

Origen instintivo de las necesidades y los motivos. Todos los motivos son producto de dos clases de instinto:

-Eros, que son los instintos de vida asociados a la actividad sexual y al placer corporal.
-Tanatos, pulsiones de muerte, cuyo objeto es la reducción de las cosas a un estado inerte.
Con la noción anterior pudo explicarse, con cierta claridad, el mecanismo de algunos fenómenos de aberración psíquica, tales como el suicidio, el crimen, el sadismo y el masoquismo.
Control social de los instintos. La sociedad, con sus prohibiciones, reprime instintos fundamentales que se esconden en el inconsciente del individuo.

Transformación de los impulsos instintivos. El bloqueo de los impulsos instintivos no los destruye, sino que los transforma, por lo que pueden reaparecer bajo otras manifestaciones.
Apariencia y realidad. Lo que apreciamos externamente de un individuo, no siempre corresponde a una situación real, pues muchos conflictos permanecen ocultos.

El psicoanálisis ha centrado su atención, de manera principal, en tres cuestiones aparentemente heterogéneas, pero que se articulan totalmente dentro de esta teoría:

a) El instinto. En esta área de estudio del psicoanálisis se abordan los componentes instintivos y cuestiones que van desde la pulsión hasta la libido, las relaciones objetales (donde puede incluirse el complejo de Edipo, por ejemplo), las fases de la sexualidad instintiva (oral, anal y fálica) en proceso evolutivo hacia la genitalidad, pasando por la latencia, etc.

b) El aparato psíquico, área que incluye aspectos de estudio como son las zonas de conciencia: el inconsciente, el preconsciente y el consciente. En este tema, Freud realizó una especie de división de la mente en tres secciones: el consciente, el preconsciente y el inconsciente. La primera de esas secciones, el consciente, corresponde al conocimiento. La segunda, el preconsciente es una sección que de manera natural, y hasta sencilla, puede trasladarse a la conciencia, si se requiere.
En cuanto al inconsciente, el autor afirma que se trata de una región con un contenido psicológico que presenta un alto índice de represión, que resulta casi imposible trasladar a la conciencia, pues siendo demasiado desagradable, generalmente provoca conflictos. También se considera el análisis del ello, el yo y el superyo, estructuralmente, como un modelo de personalidad. En este apartado se incluye también la teoría de los sueños (simbolización, desplazamiento, proyección, etc.)

Su concepción de la estructura de la personalidad ha impactado grandemente al mundo de la psicología:


El conflicto, dentro de cuyo estudio se pretende probar que los conflictos internos que se manifiestan en el padecimiento de un adulto, ya existían desde la infancia como una neurosis rudimentaria e incipiente. En este tercer tema de estudio se realiza el análisis de los impulsos que constituyen los llamados mecanismos de defensa. El cuadro siguiente expone las etapas psicosexuales, que son fundamentales en esta teoría.


Sobre Sigmund Freud se ha escrito mucho. Algunos coinciden en afirmar que su propio perfil era evidentemente el tipo ideal para trabajar experimentalmente los principios del psicoanálisis: son del conocimiento público los insultos al político austriaco Víctor Adler, uno de los principales líderes del partido socialdemócrata de aquel país y de su manifiesto, y también público, desprecio por los artistas.

Se sabe igualmente que casi al final de su vida quemó sus agendas, libros de notas personales, su correspondencia y otros documentos importantes para burlarse de sus biógrafos, pues recuérdese que Freud era consciente de la importancia de su obra y él mismo fue, en vida, una celebridad. Anticipaba su burla y se dice que en más de una ocasión expresó: "Desde este momento estoy gozando el hecho de que todos esos entrometidos se equivocarán mañana". Hizo públicas diversas anamnesis de sus pacientes, sin cuidarse ni preocuparse si los datos expuestos evidenciaban la identidad de ellos, circunstancia que riñe con el más elemental rasgo de ética profesional. Él mismo, ante sus alumnos exponía sus propias vivencias y circunstancias, como si correspondieran a otras personas.

Pero la importancia de la obra de Freud supera cualquier consideración, defecto o aberración que se le impute. En la página 280 de la obra Historia de la psicología americana, su autor A. A. Roback dice:

"... Sigmund Freud fue un genio... Al principio, como médico, se dedicó a la neurología y a la pediatría, posteriormente a la psiquiatría, desde cuya especialidad revolucionó no sólo todos nuestros conceptos psicológicos, sino la perspectiva de la civilización. No hay rincón ni rendija de nuestra estructura, que no hayan sido iluminados por la antorcha del psicoanálisis, y los prejuicios que Freud tuvo que vencer sus teorías, fueron mucho más arraigados que los que tuvieron que vencer Copérnico, Galileo, Kepler y Darwin."

La aplicación que en el campo educativo ha tenido el psicoanálisis, se ha presentado con dos orientaciones:

- La terapéutica.
- La propiamente educativa.

En la orientación terapéutica educativa del psicoanálisis, deben mencionarse los trabajos realizados, a partir de la década de los treinta, por Melanie Klein, Hans Zulliger y Maud Mannoni. Los dos primeros psicoterapeutas tomando como referencia al juego infantil y Mannoni a la verbalización realizada a través de la conversación directa, o por medio del dibujo y el teatro de títeres.

En la actualidad y en campo de la paidoterapia, el psicoanálisis ha logrado impresionantes éxitos en el tratamiento de casos de niños disléxicos.

A los nombres de estos tres autores, habrán de agregarse los de Charles Baudoin, Roland Dalbiez, Marie Bonaparte, Francoise Dolto y René A. Spitz, entre otros.

En lo relativo al psicoanálisis en su orientación específicamente educativa, son relevantes las aportaciones realizadas por Anna Freud (hija del propio autor de la teoría psicoanalítica), Eduardo Claparéde, Angelo-Louis Hesnard, Wilhelm Reich, Herbert Marcuse y Alexander Sutherland Neill.

Probablemente A. S. Neill podría ser considerado dentro de la escuela nueva, o incluso dentro de la pedagogía institucional, ambas descritas en el capítulo correspondiente a la pedagogía. Sin embargo, el hecho de que el propio Neill expresara las grandes influencias recibidas de Sigmund Freud y la circunstancia de que en su obra, el proyecto de Summerhill, se perfilen las características específicas del psicoanálisis, me han inclinado también a considerarlo dentro de la orientación educativa del psicoanálisis.

La teoría psicosocial

Posteriormente, las ideas de Freud han sido enfocadas hacia otros aspectos psicológicos igualmente interesantes, por algunos de sus colaboradores, alumnos o seguidores. Me refiero, entre otros, a los siguientes:

Alfred Adler (1870-1937), austriaco y aportador de importantes trabajos sobre el tratamiento de la neurosis.

Otto Rank (1884-1939), también austriaco, elaboró valiosas tesis sobre las ansiedades y una propuesta para acelerar los tratamientos psicoanalíticos.

Wilhelm Reich (1897-1957), igualmente originario de Austria, y sus estudios sobre el carácter.
Carl Gustav Jung (1875-1961), suizo que elaboró trascendentes trabajos sobre los complejos, el inconsciente colectivo, los símbolos y la mitología. Jung introdujo el término complejo para designar a una manifestación conductual, caracterizada por poseer una fuerte carga emocional, ligada a conflictos vividos anteriormente por el sujeto. Los complejos se someten al yo y al superyo, pero permanecen en el inconsciente, manifestándose en determinadas formas de conducta del individuo.

Algunos de los complejos más estudiados por la teoría psicoanalítica son los siguientes:

Complejo de Edipo. Aparece entre los 3 y los 5 años de edad, cuando el niño descubre su propio sexo y el de sus padres. Se define como el conflicto ocasionado por el apego erótico del niño hacia su madre, situación que asume sintiendo rivalidad y rencor hacia el padre, aunque después, generalmente, logra identificarse con él.

Complejo de Electra. Es el equivalente femenino del complejo de Edipo, pues la niña orienta su libido (energía psíquica procedente de la actividad sexual humana) hacia su padre, manifestando abierto rechazo hacia su madre.

Complejo de inferioridad. Este concepto fue empleado originalmente por Adler, para quien el complejo de inferioridad deriva de una inferioridad real aparecida durante la infancia. Sin embargo, una acepción más generalizada define a este complejo como un sentimiento de subvaloración de un individuo que, real o imaginariamente, advierte o supone en él alguna insuficiencia física, psíquica o social. Por lo general el sujeto afectado por un complejo de inferioridad, lo compensa con manifestaciones conductuales con las que pretende alcanzar la superioridad.

Complejo de castración. Hace referencia a un sentimiento relacionado con el valor simbólico del pene, y está vinculado directamente con la angustia infantil provocada por el conflicto de la identificación sexual.

Erich Fromm (1900-1980), alemán que estudió profundamente la influencia de la cultura sobre el individuo. Es, por ello, considerado el más destacado culturalista.

Erik Erikson (1902-1994), alemán con raíces danesas, quien para muchos es el primer analista de niños, por sus trabajos sobre el desarrollo infantil y el medio. Aunque Erikson, en sus inicios, aplicó las enseñanzas de Freud, a quien considera la piedra angular de la teoría de la personalidad, poco a poco se fue apartando del modelo ideado por Freud, aunque sin romper del todo con él. El hecho de que se conozca a su teoría con el nombre de psicosocial, habla, ya en la propia denominación, de la diferencia básica con la correspondiente de Freud.

Pueden citarse, fundamentalmente, tres cuestiones que diferencian a Erikson de Freud. Veámoslas.

1. Erikson, ponderando la importancia de los procesos de socialización, concede menor atención a los instintos.

2. Freud circunscribió la dinámica del individuo al triángulo conformado por el niño, la madre y el padre, mientras que Erikson amplía ese contexto incorporando el medio social.

3. Freud intentó demostrar la existencia y el funcionamiento del inconsciente. Erikson, por su parte, analiza las oportunidades de desarrollo que tiene el individuo ante los riesgos que implican las crisis vitales.

Aunque, el nombre de Erikson estará ligado, inevitablemente y para siempre al de Freud, su teoría psicosocial es una de las más grandes aportaciones a la psicología contemporánea.

TEORÍAS COGNITIVISTAS

Me referiré, enseguida, a las teorías que he agrupado como de corte cognitivo, por más que esta designación pudiera no ser del todo propia. No obstante, ofreceré algunos argumentos que me indujeron a hacerlo.

Algunos prefieren emplear el término de teorías mediacionales, por considerar que la estructura interna del organismo constituye una instancia mediadora en los procesos de aprendizaje, es decir, establecen que el aprendizaje, en su interacción con el medio, resulta incomprensible si no se le vincula a los procesos del desarrollo interno del individuo.

En la actualidad, y sobre todo en nuestro círculo profesional, es frecuente que se utilice el término psicología cognitiva y al escucharlo, casi de manera automática, lo interiorizamos como un modelo psicológico alternativo, o por oposición, al del condicionamiento E - R. Sin embargo, ¿qué es lo que realmente sabemos acerca de la psicología cognitiva?

De manera muy general, puede decirse que la psicología cognitiva, entendida en una de sus acepciones más usuales y contemporáneas, es decir, como el estudio de los procesos que los individuos realizan para adquirir y ordenar la información que les permita actuar en su medio, data apenas de fines de la década de 1960.

Con el nombre de cognición se alude a los procesos que permiten a un individuo lograr el conocimiento de las cosas, procesos mentales que suponen formas simples de aprendizaje, como el condicionamiento, el aprendizaje sensoriomotor, etc., pero también procesos mentales superiores, tales como la comprensión de oraciones, la resolución de problemas significativos, la imaginación, el juicio, el pensamiento, la memoria, etc.

No se piense, sin embargo, que esta definición es la única, ni mucho menos que exista una sola opinión en relación a lo que cada proceso supone.

La memoria, por ejemplo, se ha definido a partir de diferentes enfoques. Algunos autores considerándola como proceso de adquisición; otros, como proceso de almacenamiento y algunos como proceso de recuperación, aunque existen autores que han intentan su estudio de manera global.

Veamos la siguiente teoría.

Teoría del procesamiento humano de la información

Dentro de este campo de estudio, ha sido muy difundida la concepción multialmacén de Atkinson y Shiffrin, la cual, a partir de un punto de vista estructural, establece, como idea central, que la información se adquiere en distintas fases, correspondiendo a cada una de ellas un determinado almacén.

Aunque no son pocos los que rechazan el criterio de ubicar a la teoría del procesamiento de la información dentro del enfoque cognitivista, presentaré, enseguida, las ideas centrales que existen en torno a esta teoría y será usted, respetado lector, quien concluya en la pertinencia o no de la clasificación aquí ofrecida.

Para la explicación de la memoria, la teoría del procesamiento de la información adopta como modelo a la computadora, pues considera que ambas absorben información, operan con ella, la guardan y la recuperan cuando es necesario responder a cuestionamientos situacionales.
Analícese el cuadro siguiente.


La teoría de la Gestalt

Esta teoría apareció como una reacción en contra de los planteamientos conductistas, y también se le conoce con el nombre de psicología de la forma. Aunque la palabra alemana Gestalt se traduce como estructura o configuración, se ha optado por el empleo del término forma, pues la utilización de estructura y/o configuración podría provocar alguna confusión con otras posiciones psicológicas completamente distantes.

Correspondió al psicólogo de origen checo Max Wertheimer (1880-1943) formular las bases de esta teoría, en 1912, a partir de sus trabajos sobre el fenómeno "phi", intentó demostrar que los "todos organizados" deben ser abordados para su estudio como tales, es decir, como "totalidades", y no desde sus partes o desde la suma simplista de dichas partes.

Para aclarar estos inicios, debo mencionar antes que el llamado fenómeno "phi", estudiado por este autor, se refiere al movimiento aparente, es decir, a la sensación de que, en determinadas situaciones, algo se está moviendo, cuando realmente no existe movimiento. Un ejemplo muy claro de este fenómeno es el de los anuncios de los cines y teatros, en los que las luces de los focos, al encenderse y apagarse sincronizadamente, producen la sensación de que dichas luces se mueven, dando vueltas o realizando otros movimientos.

Los teóricos de la Gestalt, al referirse al aprendizaje, prefieren el empleo de los términos persona, ambiente psicológico e interacción, sobre los de organismo, medio físico y acción-reacción, respectivamente.

Proponen, igualmente, que el aprendizaje de ninguna manera debe apreciarse como cambios en las conexiones E-R, sino como una reorganización de campos perceptuales o cognoscitivos.

Aunque la psicología de la Gestalt varios principios, su ley más importante es las de la pregnancia. Esta ley establece que en la complejidad de un campo estimulante, lo que se percibe con mayor rapidez y precisión es aquel elemento más completo, pero que el mismo tiempo reúne mayor sencillez simetría y equilibrio.

Las ideas de Wertheimer fueron reforzadas substancialmente con las aportaciones de los psicólogos norteamericanos, de origen alemán, Kurt Koffka (1886-1941) y Wolfgang Köhler (1887-1967). El primero aplicando los principios de la teoría de la Gestalt a la percepción, la memoria y al aprendizaje.

Köhler, por su parte, realizó trabajos específicos sobre el aprendizaje súbito o insight. Esta palabra inglesa parece ser la palabra central del código lingüístico de la psicología de la Gestalt, y con ese término se hace referencia a la comprensión repentina de una situación. Así, el insight es la comprensión básica de una relación, y no es producto de un condicionamiento, sino de la reorganización del campo perceptivo de un sujeto.

Otro psicólogo judío alemán, Kurt Lewin (1890-1947), aplicó los principios teóricos de la Gestalt a la psicología social, iniciando de esta manera los estudios referentes a la dinámica de grupos.
Aportó la teoría conocida como psicología topológica, en la que afirma que un grupo constituye una totalidad dinámica. Esta totalidad dinámica (grupo) se mantiene unida cuando las necesidades y deseos de sus miembros están equilibrados. De esta manera, un grupo es un campo de fuerzas, y cuando uno de sus elementos difiere en deseos y/o necesidades, encuentra siempre una fuerza que se le opone, manteniendo, aún dentro del conflicto provocado, lo que el autor denomina un equilibrio casi estacionario.

La psicología genética

La noción de psicología genética no se circunscribe exclusivamente al estudio de la conducta infantil y los cambios que experimenta durante su desarrollo. En realidad, esta teoría centra su atención en los procesos psicológicos, su desarrollo y sus diferencias, es decir, atiende a su dimensión genética y diferenciación evolutiva.

Jean Piaget, autor de esta teoría, afirma que el niño, como resultado de una interacción entre sus capacidades innatas y la información que recibe del medio que lo rodea, construye activamente su forma de conocer.

Las estructuras cognitivas no parecen espontáneamente, sin razón. Son construcciones que se realizan durante procesos de intercambio. De ahí el nombre de constructivismo, con el que se conoce a esta concepción.

Este proceso de construcción genética tiene su explicación en la existencia de dos momentos del mismo, a los que ya he hecho alusión: la asimilación y la acomodación, momentos complementarios que constituyen la adaptación del individuo a su ambiente.

Se entiende por asimilación, la actuación del sujeto sobre el objeto que ha incorporado a sus esquemas de conducta. En cuanto a la acomodación, esta es, en reciprocidad con la asimilación, la acción o el efecto que el objeto tiene sobre el sujeto. Es decir, alude a la influencia que sobre el individuo ejerce el medio.


FILOSOFIA

A partir del s. XIX la Psicología se independiza de la Filosofía

• Estructuralismo de Wundt. Fisiólogo alemán. Su objeto de estudio era la estructura de la conciencia. Se le considera como el fundador de la Psicología Científica. Creó el primer Laboratorio de Psicología. Para él, la Psicología debe estudiar los contenidos mentales por medio de la introspección y a experimentación. Se le considera estructuralista porque pensaba que la estructura de la mente (contenidos mentales) podían estudiarse en sus distintos componentes.
• Funcionalismo de James. Fisiólogo norteamericano. Estudia el funcionamiento de los procesos mentales. Mostró gran interés por las observaciones objetivas y la utilidad de grupos par& la Psicología, estableciendo así un camino hacia la Psicología Aplicada.

• La Psicología de la Gestalt. Psicólogos alemanes. Piensan que el todo es más que la suma de las partes.



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